Este jueves y viernes tendrá lugar en Granada el I Encuentro Internacional sobre Protección de las hijas e hijos víctimas de la violencia de género. A través del siguiente enlace dispones de toda la información, en la web de la organización.
Compartimos las motivaciones que han promovido la organización del encuentro y que podéis leer en su web.
En el caso de los niños y niñas que viven en un núcleo familiar en el que la madre o cuidadora es víctima de violencia de género, esta invisibilidad adquiere tintes especialmente dramáticos. Recordemos que no es sino hasta fechas muy cercanas cuando en el marco internacional (Convenio de Estambul, 2011) y en algunas legislaciones nacionales, se les va a reconocer como víctimas propias de este tipo de violencia (“niños y niñas expuestos a la violencia de género”), si bien en la práctica judicial y sus contornos, esto sigue, de forma muy generalizada, sin estar asumido.
En efecto, pese a que la normativa internacional e interna establecen que el criterio que ha de presidir la decisión a adoptar por el órgano judicial debe ser “el interés superior del menor”, y que garantizar dicho interés pasa necesariamente por garantizar la aplicación de medidas de protección de los niños y niñas frente a las situaciones de violencia de género de las que sean víctimas (estableciendo nuestro Derecho que lo son siempre que formen parte de un núcleo familiar en el que su madre lo es), no obstante, la realidad cotidiana dista mucho de incorporar esas premisas jurídicas.
Realidad destacada por la propia Comisión Europea cuando, en el marco de un procedimiento sancionador a nuestro país (al igual que a Italia y Portugal), refiere a la “posible aplicación indebida del interés superior del niño como una consideración primordial”, además de que se podría estar dando una aplicación generalizada del Síndrome de Alienación Parental (SAP) y una supuesta falta de credibilidad de la declaración de las y los menores víctimas”.
En definitiva, con el funcionamiento actual de la justicia, con la premisa de imparcialidad y con la prevalencia de los derechos de los adultos, no se alcanzará que los niños y las niñas obtengan una justicia justa.
Las niñas y los niños son seres vulnerables que merecen por lo mismo, una mirada y una consideración cuidadosa a la hora de su tratamiento en todos los ámbitos por los que transiten. Merecen ser escuchadas/os, que no es simplemente ser oídos.
En el marco del Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra la mujer y la violencia doméstica (Convenio de Estambul, 2011) y las Directrices sobre la justicia adaptada a la infancia, (Consejo de Europa, 2010), y también como respuesta a las indicaciones en el procedimiento sancionador de la Unión Europea (2019), hemos diseñado un Encuentro internacional y multidisciplinar de profesionales, expertas y expertos en esta materia, al objeto, no sólo de transmitir e intercambiar conocimientos, sino también de diseñar propuestas y elaborar un documento con recomendaciones y “buenas prácticas”, orientadas a considerar una justicia adaptada y dirigida a la infancia, libre de prejuicios y estereotipos sexistas.
Una justicia que aparte su visión adultocéntrica y que coloque en el centro de todas sus interpretaciones y decisiones, a las niñas y los niños, su voz y sus deseos: único interés superior que debería ser considerado.